Aquests dijous 7 de juliol a les 19,30 us esperem a la Biblioteca d’Amposta, per compartir amb vosaltres, un projecte conjunt entre l’associació Mapasonor i l’artista Domènec.
Biblioteca Comarcal Sebastià Juan Arbo
Calle Castell, 6
43870 Amposta
La Fundación Chirivella Soriano se complace en invitarles a la inauguración el próximo 2 de octubre de la exposición «Construyendo democracia», comisariada por José Luis Giner Borrull. Los artistas que participan son Xavier Arenós, Colectivo Cambalache, Santiago Cirugeda, DEMOCRACIA, Domènec, Alicia Framis y Laia Solé.
Las muestras podrán visitarse del 2 de octubre al 10 de enero.
«Construyendo democracia», reúne siete propuestas artísticas que comparten un mismo síntoma: la necesidad de generar una reflexión en torno a cómo articular la esfera pública, al papel que tiene el ciudadano en la construcción de la misma y a la relación del arte con los procesos democráticos.
A lo largo de los últimos años los acontecimientos socioeconómicos han acabado por derrumbar la estructura que sostenía el llamado estado de bienestar. Esta situación ha hecho evidente la necesidad de cambiar el rumbo de nuestro sistema político, destacando el papel fundamental y la importancia de la participación social en la construcción de un estado democrático. En este sentido, es importante resaltar que el concepto de ciudadanía está inseparablemente vinculado al de democracia. Dicha relación define y alimenta uno de los pilares básicos de la democracia, ya que da permiso a que las propias personas planteen sus propuestas e intenten promoverlas mediante diferentes vías. Asimismo, este tipo de dinámicas ayuda a replantear sus lazos sociales al reclamar un compromiso con la cosa pública, circunstancia que implica una identificación del individuo con su comunidad, estando y actuando con y para la misma.
La implicación del ciudadano como sujeto político permite construir y reclamar un cambio de modelo, tanto desde el punto de vista social como económico, que posibilite repensar la política y las formas de gobierno. Con ello se pretende ir más allá del marco de la democracia representativa y otorgar así a los miembros de la comunidad, con su participación, la legitimidad de poder negociar sus propuestas. Surge así la voluntad de incitar una nueva politización de la sociedad civil mediante la configuración de sociabilidades alternativas.
Por otro lado, podrán aproximarse al reciente trabajo de Eduardo Peral Ricarte seleccionado para la IV Convocatoria Sala d’arcs que lleva como título «#FollowMe». En palabras del artista: “El objetivo principal del proyecto reside en realizar una instalación de diferentes elementos que transformen la sala de exposiciones en un lugar que remita a un domicilio particular, una habitación de un usuario de internet. En este espacio es donde se genera desde lo particular la subjetividad colectiva, es el lugar que el capitalismo afectivo utiliza de motor para generar los imaginarios colectivos.”
comisariado por Martí Peran
An Architektur / Joan Bennàssar / Jordi Bernadó / Stefanie Bürkle / Jordi Colomer / Scott Chandler / Domènec / Dan Dubowitz / Alejandro Fernández Mouján / David Goldblatt / Heidrun Holzfeind – Christoph Draeger / Luis Molina-Pantin / Blanca Muntadas – Octavi Rofes / Francesc Muñoz / Ramon Parramon / Andrea Robbins – Max Becher / Clarissa Tossin / Oriol Vilanova / Dave Wyatt.
Fabra i Coats – Barcelona Contemporary Art Centre
Domènec. De lo moderno usado. Martí Peran
A lo largo de poco más de una década el trabajo de Domènec (www.domenec.net) se ha concentrado en gravitar, con órbitas distintas en cada ocasión, alrededor de las paradojas, los desatinos y los fracasos de la arquitectura moderna. Esta prospección crítica de la modernidad – como se demostró recientemente en la exposición “Modernologías”- se ha convertido en uno de los relatos más interesantes entre los que componen la partitura del arte contemporáneo. La justificación de esta deriva ha de ser necesariamente compleja, pues responde a numerosos elementos. En primer lugar, representa una oportunidad idónea para someter los presupuestos utópicos a una severo correctivo; por otra parte, la modernidad revisada allana el camino para desarrollar un arte crítico desde la memoria colectiva con todos sus negativos intrínsecos; finalmente, y quizás más importante todavía, la constatación de las fisuras que atraviesan al proyecto moderno, permite diagnosticar con notable precisión muchos de los desajustes y desamparos ideológicos propios de la contemporaneidad heredera de ese mismo proyecto. Todo este abanico de narraciones son puestas en juego en los proyectos desarrollados por Domènec aunque, como veremos, con una serie de matices y añadidos que otorgan a su propuesta un valor singular.
El modo habitual de exhibir la caída del ángel de la Historia lo resuelve Domènec mediante dos gestos de talante bien distinto. El primero consiste en sintetizar los contenidos del programa moderno en maquetas a escala, al modo de objetos escultóricos con una función contra-conmemorativa. A su vez, la segunda operación consiste en instalar estas mismas maquetas en el interior del mundo real para que reciclen sus funciones y propósitos y, ante todo, para que los supuestos teóricos que contienen se sometan a la experiencia y al uso. Con este doble movimiento, los proyectos se convierten en operaciones de recontextualización, en las que los espacios y los tiempos se repliegan y desdoblan, denotando en cada movimiento lo que podría conservarse de la historia, lo que debe cancelarse y, sobre todo, lo que cabría reformular y adecuar a las necesidades reales.
Los ejemplos de esta suerte de metodología de trabajo son numerosos. En Existenzminimum (2002) el monumento que Mies van der Rohe dedicara a Rosa Luxemburgo, se convierte en un habitáculo portátil con un pequeño manual para su automontaje; la Taqueria de los vientos (2003) reconvierte la torre original de Gonzalo Fonseca para los Juegos Olímpicos México 1968 en una taqueria ambulante que, más allá de dispensar comida y simbolizar los derroteros de la economía informal, evoca la represión gubernamental que precedió a la inauguración de los Juegos que habían de modernizar el pais; Unité Mobile (Roads are also places) (2005) convierte una maqueta de l’Unité d’Habitation en un camión teledirigido que circula, ante la sorpresa de los habitantes del emblemático edificio de Corbusier, por las distintas dependencias del complejo habitacional en Marsella. En una perspectiva muy cercana, en Sostenere il palazzo dell’utopia (2004) los usuarios reales del edificio romano de Corviale, inspirado en las soluciones tipológicas del urbanismo moderno para higienizar las zonas periféricas, aparecen retratos sosteniendo la maqueta, de nuevo, de l’Unité, reivindicando así, como sucediera con la iconografía tradicional de los mecenas sosteniendo las maquetas de sus promociones eclesiásticas o palaciegas, su verdadero protagonismo y su legitimidad para modificar el edificio en función de sus reales necesidades. Todavía operando con esta misma lógica, y entre los trabajos más recientes, Superquadra casa-armário (2007) reinterpreta los bloques habitacionales de Lucio Costa en Brasilia al modo de prototipos de refugio.
Una cuestión fundamental en todos estos proyectos es su vinculación con el contexto específico donde se formulan y se ejecutan. En efecto, esa revisión de la modernidad no se resuelve de un modo abstracto y desde el horizonte de lo teórico sino que, por el contrario, se encarna en cada ocasión acorde a determinados episodios modernos propios del lugar. Así, por ejemplo, la taqueria se concibe y se ejecuta en México D.F y la casa-armário en Brasilia. Este detalle no es anecdótico sino todo lo contrario; es lo que permite, no solo interpretar el paradigma moderno dentro de un marco histórico y social específico sino también, y mucho más importante, acelera el cortocircuito por el cual lo moderno ideológico y programático desciende hasta el efectivo valor de uso que, necesariamente, lo subvierte en función de los imaginarios reales y las expectativas mundanas. Con ello, esta prospección de la modernidad acentúa el valor de la experiencia real como el lugar desde el cual articular la crítica e, incluso, concede al conjunto de trabajos una efectiva dimensión pública.
El determinante papel del contexto real es precisamente lo que se convierte en el núcleo de trabajos como Real Estate (2007) y 48_Nakba (2007). En esta ocasión, sin referentes modernos al uso, Domènec describe de forma copiosa la dimensión arquitectónica de la colonización sionista de las tierras palestinas que convierten al urbanismo judío en una arma de guerra. Ahora, de algún modo, todo ese bagaje adquirido en la revisión de la modernidad histórica, se pone al servicio de un documentado retrato de uno de los episodios más infames del presente posthistórico perfilado bajo un modelo único. Los últimos trabajos de Domènec, tras esta inflexión, en lugar de conceder el protagonismo a aquello que no aconteció, acentúan su aproximación hacía aquello que, como acción imperativa de supervivencia y de justicia, acontece por encima de las previsiones. Motocarro (2010), una reconstrucción del artefacto con el que el Plácido (1961) de Berlanga intentaba soportar las penurias de la posguerra, circula ahora por las calles de la misma ciudad en las que se rodó la célebre película, pero como un dispositivo móvil puesto a disposición de aquellos que lo requieran y como evocación de otros tantos lugares donde los motocarros continúan simbolizando la respuestas imaginativas a la carencia.
(Exit Express # 45, Junio 2010)
Nom populaire d’un carrefour de deux routes principales entre la Jerusalem palestine et celle israelienne.
Les Israeliens ont 2 minutes et 47 secondes pour le traverser.
Les Palestiniens, 11 secondes.
Directeur: Sàgar Malé et Domènec
Production: Mapasonor
Scénario: Sàgar Malé, Kilian Estrada, Domènec
Édition: Kilian Estrada
Photographie: Sàgar Malé
Musique: Ambient
Traduction: Itxaso Aginaga (Basque), Mònica Subirats (français)
https://www.youtube.com/watch?v=YTckUbAK3BE