Llegado este punto se hace necesaria una breve digresión sobre el concepto de violencia.
En general, esta suele asociarse a un estallido de fuerzas físicas, más o menos
espectacular, que rasga cuerpos u objetos.
A este tipo de violencia la llamamos espectacular, ya que siempre es un
evento para ser visto (incluso cuando no haya nadie mirando, como en un atraco en un callejón oscuro o una matanza en un lugar apartado).
Pero una acción es violenta incluso cuando se suspende la erupción de fuerza física y la insinuación y la disuasión reemplazan el contacto material con el cuerpo expuesto.
En este caso la llamaremos suspendida (aunque todo el mundo esté mirando,
no hay nada que ver) .
La violencia siempre ocurre en la interacción entre la espectacularidad del estallido
y la suspensión, y su eficacia depende de que se mantenga la distancia entre los dos extremos.
Desde el inicio de la segunda Intifada, la ocupación israelí en los Territorios Ocupados
se ha caracterizado por un precario equilibrio entre la violencia espectacular y la suspendida.
‘La cola del monstruo’
Ariella Azoulay y Adi Ophir
Director: Sàgar Malé y Domènec
Producción : Mapasonor
Guión : Sàgar Malé , Kilian Estrada , Domènec
Edición: Kilian Estrada
Fotografía : Sàgar Malé
Música : Ambiente